Raquetas de Nieve en la Sierra de Gredos

Como en Corredalea somos muy curiosos y nos gusta probar de todo, o casi todo, este pasado 7 de Febrero nos hemos ido hasta la Sierra de Gredos en Ávila para hacer una ruta de raquetas por la nieve y ya que estábamos hemos aprovechado para disfrutar todo el fin de semana en uno de los parques regionales más bonitos de nuestra geografía disfrutando tanto del entorno como de la gastronomía que nos ofrece, porque no todo va a ser correr y montar en bici, ¿no?

Parte del recorrido con ventisqueros
Parte del recorrido 
En este post aparte de contaros nuestra experiencia y el buen rato que pasamos, queremos compartir el material imprescindible y algunos pequeños consejos que a nosotros nos ayudaron a disfrutar más de esta actividad y evitar ponernos en riesgos innecesarios.

Primero antes de nada, nosotros os recomendamos contratar un guía que conozca la zona, os aconseje, planifique y consiga el material necesario, ya que no hay que olvidar que es una práctica de media/alta montaña y siempre entraña un riesgo que se puede mitigar contratando los servicios de un profesional titulado y experimentado. Nosotros para esta actividad hemos confiado por experiencias anteriores en Nosolocuerda y en Rubén, uno de sus guías gran conocedor de la Sierra de Gredos que aparte de dirigirte en la actividad te da nociones de orientación y montañismo de la mejor de las maneras, muchas gracias por todo.


¿Qué material necesitamos para hacer raquetas de nieve?

Refugio del Rey
Lo que queda del refugio del Rey
Bueno, en principio si contratáis la actividad os proporcionaran el material básico, es decir; raquetas y bastones y la ropa de abrigo y calzado correrá de vuestra cuenta.

Las raquetas de nieve actuales están fabricadas en materiales plásticos muy ligeros, con “crampones y cuchillas” en la parte inferior para un mejor agarre en zonas de hielo y las fijaremos a nuestras botas mediante un sistema de correas, uno en la punta y otro en la zona del empeine-talón, es muy importante que queden perfectamente ajustadas para evitar que se nos salga el pie durante la ruta.

Para servirnos de apoyo y ayudarnos a mantener una estabilidad y ritmo adecuado necesitaremos unos bastones, similares a los que utilizamos para esquiar. Es fundamental que estos cuenten con dragonera para ejercer más fuerza y no perderlos, roseta para que el bastón no se hunda en la nieve y que al reposar las manos sobre el mango del bastón nuestros brazos formen un ángulo de 90° con nuestro cuerpo.

En cuanto a la ropa de abrigo dependerá mucho de las temperaturas y de la climatología del día, en nuestro caso las condiciones no fueron muy favorables ya que nos encontramos con ventisca, temperaturas de varios grados bajo cero y leves precipitaciones en forma de nieve. Así nos abrigamos nosotros:

  • Cabeza: Gorro, braga, gafas de sol o de ventisca y cremas solar de alto factor.
  •  Manos: Doble guante, primera capa de guante fino que no nos quitaremos en ningún momento y guante de nieve impermeable como capa superior.
  • Mitad superior del cuerpo: Camiseta interior térmica, forro polar y cazadora de montaña impermeable. Es muy importante que la ropa sea transpirable, no podemos sudar, con temperaturas negativas el sudor se congela y nos baja rápidamente la temperatura corporal.
  • Mitad inferior: Dependiendo de la temperatura nos pondremos unas mallas térmicas como primera capa y luego un pantalón de montaña o de esquí. En el caso de que la temperatura sea buena nos bastará con el pantalón.
  • Pies: Fundamental para mantenernos calientes y no sufrir durante la ruta; una buena bota de montaña impermeable, unos calcetines cálidos de montaña y también es recomendable  unas polainas.


Cuando realizamos este tipo de prácticas en la montaña es imprescindible y obligatorio llevar una mochila con un pequeño botiquín, manta de emergencia, comida, bebida, brújula, ropa de cambio, teléfono móvil completamente cargado, GPS, etc. es decir todo aquel material que nos pueda ayudar a solventar alguna pequeña emergencia.


Nuestra ruta de raquetas por la Sierra de Gredos.

Nos levantamos pronto para desayunar tranquilamente ya que tenemos que coger fuerzas y entrar en calor, dado el mal tiempo de los días anteriores decidimos hablar con el guía y nos propone acortar un poco la ruta inicial y modificar ligeramente el itinerario por lo que el madrugón no fue muy grande.

A las 09:30 quedamos con Rubén (Nosolocuerda) en Barajas, el pueblo en el que nos alojamos para repartirnos en los coches e ir hacia la Plataforma de Gredos en el término de Navarredonda, en el trayecto nos encontramos con que la carretera de acceso está bastante bien y que han puesto un peaje de 2€ para subir al parking de la Plataforma, si señores, ¡han puesto peaje a la montaña!

Camino de la cuerda del Rey
Camino de la cuerda del Rey
Una vez hemos aparcado nos juntamos todos y el guía nos revisa que vayamos bien abrigados y nos proporciona las raquetas y bastones acordes a nuestra estatura. Nos explica como ajustar la medida de la raqueta, como ponérnoslas, usar las alzas, bloquearlas, etc. haciendo especial énfasis en ajustárnoslas de la manera correcta, vamos que nos da un curso intensivo sobre raquetas, jeje.

Nos ponemos en marcha adaptando el ritmo a nuestra condición física para no romper a sudar, ya que como comentaba antes es muy malo porque perderíamos calor rápidamente al congelarse. Los primeros metros vamos probando todas las posiciones de las raquetas, para subir, para bajar, bloqueadas…y cogiendo de manera correcta los bastones y la dragonera.

Poco a poco nos vamos alejando y nos perdemos entre las cumbres de la Sierra de Gredos, primero vamos bastante resguardados por lo que el viento se apiada de nosotros y nos da tregua en la parte inicial del recorrido. Vemos el pluviómetro del “Prao Pozas”, un viejo remonte que funcionaba con el motor de un Volkswagen (recuerdo que vi funcionar ese remonte hace por lo menos 20 años ahora solo quedan restos) y seguimos camino del Refugio del Rey.

Poco a poco la niebla empieza a bajar y nos reduce mucho la visibilidad pero el paisaje es increíble, estamos solos rodeados de nieve, todo es blanco, el suelo, el cielo se funden sin encontrar horizonte ninguno y solo escuchamos nuestros pasos y el viento que poco a poco va ganando fuerza.

Haciendo un descanso en el Refugio del Rey
Haciendo un descanso en el Refugio del Rey
Comenzamos un tramos de ascensión más duro y ahí la ventisca nos golpea sin piedad, hace mucho frío la niebla nos mantiene a todos muy juntos y seguimos a buen ritmo por lo que no tardamos en llegar al Refugio del Rey situado a unos 2100 mtrs. Aproximadamente. Este refugio construido en 1914 ahora no es más que unas cuantas ruinas que está completamente helado y cubierto de nieve por el viento. Aprovechamos para resguardarnos un poco sobre una de las paredes que quedan en pie y nos tomamos algo de comer. ¡Sorpresa! Rubén, el guía, ha subido un termo de té calentito y la verdad que sienta fenomenal y nos ayuda a entrar en calor. Nos hacemos unas cuantas fotos y continuamos con la ruta.

Ahora nos toca bajar, pero vamos a descender por otro camino diferente. A pesar del doble guante al haber estado parados nos hemos quedado un poco fríos y cuesta coger temperatura, sobre todo las manos.

El viento y la niebla da una sensación térmica muy baja, el terreno está muy helado y hay que asegurar cada paso clavando los “crampones” de los que dispone las raquetas. La verdad que la presencia de un profesional de la montaña tranquiliza mucho, ojo, que no decimos que haya que relajarse, pero en este caso sus conocimientos, GPS, experiencia, etc. nos conducen entre la niebla a pesar de haber perdido de vista todos los puntos de referencia, de ahí que os pidamos que contratéis siempre los servicios de un experto.

Terminando la ruta cerca del Prado de las Pozas
Terminando la ruta cerca del Prado de las Pozas
Vamos descendiendo y nos encontramos con un tramo perfecto de nieve del que disfrutamos mucho sabiendo que casi hemos acabado después de unas cuatro horas de caminata y 8,5 kilómetros.

Finalmente bajamos hasta la plataforma donde nos quitamos el equipo, lo limpiamos y nos vamos a la casa rural donde nos alojamos a tomarnos una cerveza antes de comer y comentamos la jugada.

Bueno, no os entrenemos más por hoy, esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros, de verdad que vale la pena la experiencia, ahora somos fieles seguidores de esta actividad de raquetas de nieve y desde luego que no será la última vez que lo hagamos.

Algunos links de interés:

3 Comentarios

  1. Muy chula la experiencia y genial relatada!! Sin duda llama a realizarla ;)

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  2. Muchas gracias por el comentario y sobre todo por participar. La verdad que creo que es una actividad muy recomendable tanto como complementaria para otros deportes como para simplemente salir a pasar un buen rato.

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  3. El deporte de raquetas de nieve en la montaña es una experiencia única que combina ejercicio y exploración. Con cada paso, se abre un mundo de paisajes invernales vírgenes y aventuras emocionantes.

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